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sábado, 27 de junio de 2015

Pasado perfecto.

Pasado perfecto (Leonardo Padura).

Leonardo Padura
Leonardo de la Caridad Padura Fuentes, escritor, guionista y periodista cubano-español (nació en Cuba, pero tiene también la nacionalidad española desde el 2011) es uno de los íconos de la novela negra hispanoamericana.  Traducido a múltipes idiomas y ganador de más de una veinteina de premios, entre los que se incluyen el Premio Café Gijón (1995), el Hammett (1998 y 2006), el Raymond Chandler (2009) y el más reciente premio Princesa de Asturias de las Letras (2015).  Su principal creación, el detective Mario Conde, apareció por primera vez en "Pasado Perfecto" (1991), que forma parte de la tetralogía "Las cuatro estaciones".  Este libro (en su edición en francés) ganó el premio Prix des Amériques insulaires et de la Guyane.

Idea general:
El primer fin de semana de 1989 una insistente llamada de teléfono arranca de su resaca al teniente Mario Conde, un policía escéptico y desengañado. El Viejo, su jefe en la Central, le llama para encargarle un misterioso y urgente caso: Rafael Morín, jefe de la Empresa de Importaciones y Exportaciones del Ministerio de Industrias, falta de su domicilio desde el día de Año Nuevo. Quiere el azar que el desaparecido sea un ex compañero de estudios de Conde, un tipo que ya entonces, aun acatando las normas establecidas, se destacaba por su brillantez y autodisciplina. Por si fuera poco, este caso enfrenta al teniente con el recuerdo de su antiguo amor por la joven Tamara, ahora casada con Morín. «El Conde» –así le conocen sus amigos–, irá descubriendo que el aparente pasado perfecto sobre el que Rafael Morín ha ido labrando su brillante carrera ocultaba ya sus sombras.

Opinión:
Pre de la Víbora
Un libro muy bien escrito ambientado en la Cuba que muchos no conocen (o creen conocer). Salta entre 1972 cuando Mario Conde era estudiante en el instituto preuniversitario Raúl Cepero Bonilla (denominado en el libro simplemente como el pre de la Víbora) y 1989, cuando se enfrenta al caso de tener que encontrar a un compañero desaparecido (casado con un viejo amor platónico de su juventud) en lugar de poder disfrutar un tiempo libre después del Año Nuevo.  Fidel Castro fue primer ministro/presidente y Comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias entre las dos fechas, por lo que vemos una influencia directa del proceso en su crecimiento, vivencias y ejercicio de sus labores.  Es una forma de conocer el diario vivir de la Cuba que nos presentan en las noticias contado por alguien que sabe del tema de primera mano.  Los racionamientos, las desigualdades sociales, por un lado.  La comida cubana (de mano de Josefina, amiga de su amigo El Flaco) por otro. Para los que aprecian los libros de corte histórico, lo disfrutarán.
El personaje de Mario Conde (o "El Conde") es la quintaesencia del detective clásico americano con variantes latinas, lo cual no debe ser raro considerando sus guías y maestros.  En una entrevista en el 2012, Padura dijo:
 
"Aprendí de Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia que es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no sólo imaginarias".

Mario Conde es un personaje complejo y trágico.  Siempre quiso ser escritor, pero  nunca termina de sacar tiempo para escribr (una historia romántica). Estudió psicología, pero abandonó los estudios y terminó como teniente investigador en La Habana. En eso me recordó a Rubén Bevilacqua, Sargento de la Guardia Civil española creado por Lorenzo Silva, quien también estudió psicología, pero no ejerció (y buscando un sueldo digno, se metió a guardia).  Algo curioso ahora que lo veo, ya que uno de mis propios personajes es psicóloga y me casé con una.  Me imagino que tiene que ver con las profesiones que creamos para nuestros personajes y el tener que lidiar con las mentes de los criminales más variados. Por ahora dejaré la interrogante como un detalle curioso para ser profundizado en otra ocasión (que me sienta más filosófico y tenga un par de vasos de ron a mano para inspirarme). Regresando con Conde, es un fumador compulsivo, tiene un amigo parapléjico (herido durante la guerra de Ángola de 1975), dos divorcios encima... en fin, como dije previamente, la quintaesencia del detective del género negro americano.
Los personajes secundarios ocupan escenario con Conde y cada uno es interesante en su justa medida (desde el jefe amante de los habanos al detective mentor que está hastiado de las muertes y los crímenes).  Sirven para ambientarnos y darle vida a la historia de Mario Conde.  Padura hizo un excelente trabajo en ese sentido.
El misterio del amigo desaparecido sirve como enganche para obligar a Conde a hacer frente a su pasado y a las personas que quedaron detrás. El motivo es bastante básico y hasta acorde con las percepciones que tenemos de la vida en Cuba, pero la perspectiva le da un giro interesante a la historia.  No esperen un desenlace inesperado o mantenerse en vilo al ir pasando las páginas.  Es un buen libro, mas no uno cargado de suspenso.
Conclusión:
Un buen principio. Tengo entendido que no es el mejor de la saga, pero ciertamente funciona como aperitivo. Para aquellos que buscan algo de historia, ambientaciones diferentes, una trama empujada por los personajes más que por el misterio a resolver, "Pasado perfecto" debe estar en su lista de lecturas.
Dato curioso:
Un pensamiento de Leonardo Padura durante la Feria del Libro de Argentina (2014).
Ha alcanzado un punto en que quizás (Mario Conde) alcanza una independencia incluso de mi. Es un modelo con el que las personas se identifican. Yo tengo un problema gravísimo con Mario Conde y es cuando se me acerca una mujer que me confiesa estar enamorada de él y ahí reflexiono: “Mira este cabrón, hasta esto me quita”.

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